El masaje terapéutico para los niños se denomina Shantala. Su origen reside en la India (tiene más de 700 años de tradición), un obstetra francés llamado Dr. F.Leboyer estuvo observando a las madres masajeando a sus bebés (masaje ayurveda), quedó encantado con la fuerza de sus movimientos y los beneficios que estos proporcionaban al niño por lo que decidió importar esta técnica a occidente.
Es aconsejable realizarlo todos los días como una rutina, después del baño y antes de acostarlo. Es importante tener en cuenta que el masaje se debe evitar si el bebé está con fiebre, gripe, o tiene alguna infección.
Beneficios:
- Regular y reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y
gastrointestinal del bebé. Ayuda en caso de cólicos, gases y estreñimiento, también durante las molestias por
la salida de los primeros dientes.
- Relajar y aliviar del estrés que se producen en el niño al encontrarse diariamente con cosas nuevas.
- Intensificar la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, facilitando la comunicación no verbal.
- Estimular el sistema inmunológico y proporciona un mejor desarrollo del sistema nervioso.
- Aumentar la autoestima del bebé.
- Proporcionar un sueño tranquilo y profundo.
- Favorecer el apego.
Pasos:
1. Siéntate en el suelo con las piernas estiradas, la espalda recta y los hombros relajados. Aunque el lugar más adecuado para realizar el masaje puede ser encima del cambiador o en la cama. La temperatura de la habitación debe ser cálida, ya que los bebés necesitan un poco más de calor que nosotros los adultos. Lugar tranquilo y aislado, donde se esté cómodo y sin interrupciones.
2. Cubrir tus piernas con unaa toalla o mantita para apoyar al bebé.
3. Acostar al bebé sobre la toalla en una posición en que los dos se puedan mirar.
4. Untar las manos con un aceite natural o con crema.Se realizarán movimientos envolventes de forma muy suave, tocando la piel del bebé o moviendo los músculos con mucho cuidado. Se utilizarán los dedos índice y corazón y se harán “ochos”. En las partes de difícil acceso (parte anterior del cuello) utilizar las yemas de los dedos. En la espalda o estómago se utilizarán los dedos o la palma de la mano.
5. Dale un buen masaje en los brazos, desde los hombros a las muñecas. Para ello forma un anillo con tus dedos índice y pulgar en torno al bracito del bebé. Cuidado con el codo, es bastante sensible.
6. Detente en la muñeca y práctica movimientos giratorios. Recuerda, siempre con suavidad. Como estás, con las muñecas cogidas, cruza sus manos una tras otra y después júntalas.
7. Con nuestras manos formando un anillo alrededor del brazo como hemos dicho anteriormente, efectúa movimientos muy suaves y delicados realizando un movimiento rotatorio, como si atornillases
8. Pasemos a las piernas y los pies…coge su mano izquierda y júntala con su pie derecho. Esto se llama gesto cruzado y es un ejercicio de coordinación. Ahora coge sus dos pies y crúzalos…primero por delante y luego por detrás. Repite el movimiento varias veces, alternando.
9. Coge su mano izquierda y júntala con su pie derecho. Esto se llama gesto cruzado y es un ejercicio de coordinación.
10. Ahora vamos a masajearle los pies, es muy relajante. Podemos realizar varios movimientos: comenzar presionando los deditos, luego recorre la planta y vuelve a los dedos. Con el pulgar presiona ligeramente la planta del pie. Acaricia suavemente cada dedito. También ayuda a aliviar el dolor de estómago.
11. Vamos a masajear el estómago de nuestro bebé. Para ello acaricia el vientre moviendo las manos en forma circular en el sentido de las agujas del reloj y empezando siempre debajo de las costillas, tambien haz algún pase de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Esto favorece el tránsito intestinal.
12. Ahora coloca al bebé boca abajo… vamos a comenzar con movimientos largos y lentos que vayan desde la cabeza, el cuello, la espalda hasta las piernas, siempre hacia abajo y en una sola dirección.
13. Ahora masajea suavemente los hombros y la espalda con las yemas de tus dedos, con movimientos en pequeños círculos, que sienta tu calor más que los movimientos.
14. Terminar el masaje realizando movimientos lentos y suaves, bajando desde la cabeza y la espalda hasta los dedos de los pies, suave y cariñosamente.
15. Al finalizar el masaje envolver al niño en la toalla para que no coja frío.
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