Con la dieta
- No hay ninguna razón médica para que mientras das el pecho tu dieta sea diferente de la habitual. Guíate por tu hambre y por tu sed, recuerda que una dieta equilibrada y sana debe ser variada, conteniendo a diario hidratos de carbono –arroz, pasta, patatas–, así como verduras, legumbres, frutas, pescado o carne, grasas y abundantes líquidos. De esta manera, enseguida volverás a tu peso habitual.
- Si tienes sed bebe más líquidos, preferiblemente agua. La leche de vaca (y de otros tipos) es un buen alimento, pero no es imprescindible que tomes si no te gusta, muchas veces es causa de molestias digestivas y alergias alimentarias en la madre y/o en el bebé.
- No es necesario retirar ningún alimento de la dieta. Casi todos los alimentos pueden modificar el sabor de la leche, sobretodo los que contienen sustancias volátiles –ajo, cebolla, apio, col…–. Esto, en principio, no es malo para tu bebé porque así se acostumbra a probar nuevos sabores y facilitará la introducción de los alimentos sólidos. Si de verdad observas (no porque te lo digan los demás) que cuando comes algún alimento concreto tu hijo/a rechaza el pecho, puedes evitarlo durante un tiempo.
Medicamentos y otras sustancias
• Informa siempre a tu médico/a que estás dando el pecho a tu bebé, para que si te receta medicamentos elija el que resulte más inocuo. Aunque la mayor parte de los medicamentos pueden pasar a la leche, es un error recomendar sistemáticamente el destete sin haber buscado información fiable (el vademécum o el prospecto no son fiables muchas veces), es preciso consultar con fuentes de prestigio avaladas científicamente. http://www.e-lactancia.org/
• El alcohol tomado con moderación y ocasionalmente –aperitivo, vino o cerveza en la comida– tiene escaso efecto sobre el bebé, ya que se elimina en pequeña cantidad a través de la leche. Puedes dar de mamar pasadas dos o tres horas. Sin embargo, un consumo excesivo, además de dificultar la salida de la leche, es perjudicial para tu salud y la de tu bebé.
• El café tomado con moderación carece de efectos sobre el bebé. No obstante, si observas que está más nervioso o duerme menos de lo normal, reduce tu consumo diario de café y otros estimulantes: té, mate, chocolates, refrescos de cola, etc.
• El tabaco es perjudicial para tu salud y la de tu bebé. El mayor peligro del tabaco es el humo, por lo que es necesario evitar la exposición del bebé (y niños/as de cualquier edad) al humo del tabaco, que nadie fume dentro de la casa. Está comprobado que los hijos y las hijas de madres y padres fumadores padecen más problemas respiratorios (catarros, otitis, sinusitis, bronquiolitis, asma…) por la exposición al humo. Si das el pecho es conveniente que no fumes (y si das el biberón, tampoco; convivir con un bebé es una de las mejores motivaciones para superar la adicción, hay que aprovecharla).
• Las toxicomanías son una contraindicación para la lactancia. Tóxicos como la heroína, cocaína, marihuana o hachís, pasan fácilmente a la leche con lo cual el lactante sufrirá sus efectos, así como los del síndrome de abstinencia.
Los pechos
- No existe ninguna necesidad de “preparar el pecho”, salvo en el caso de adopción de un bebé, en este caso puedes estimularte el pecho con sacaleches con antelación, con información y ánimo se puede conseguir una producción de leche aceptable, suplementar o al menos satisfacer la succión de consuelo para facilitar la creación del vínculo. Hasta las mujeres con los pechos pequeños pueden (a pesar de las falsas creencias) pues la glándula mamaria es igual en todas las mujeres independientemente del tamaño del pecho. Cualquier mujer puede amamantar, todo es cuestión de proponérselo. En la lactancia, tanto el cuerpo del bebé como el de la madre están preparados para regularse mutuamente de forma natural. Lo importante es conseguir una técnica y postura correcta al dar de mamar, que la forma o el color de los pechos o los pezones.
- Los pezones planos o invertidos no contraindican la lactancia; aunque en ocasiones, para iniciar la lactancia se precise de asesoramiento cualificado. No se recomienda el uso de pezoneras.
- La ducha diaria es la medida higiénica correcta y suficiente. Seca bien las areolas y pezones para evitar que la zona quede húmeda. No hay que limpiar los pezones ni antes ni después de las tomas.
- No es recomendable el uso de cremas para el pezón, aunque puedes utilizar productos naturales que no sea necesario limpiar para dar de mamar (exprimir y dejar secar la propia leche que tiene sustancias antisépticas y reparadoras como la lanolina).
- Los aceites sirven para hidratar, pero cuando han aparecido grietas están contraindicados.
- No es imprescindible el uso de sujetador. Existen algunos diseñados a propósito para dar de mamar. No es necesario utilizarlo por la noche; prioriza siempre tu comodidad.
La columna
Procura cuidar de tu espalda, poco a poco recuperarás tu forma y centro de gravedad, haz ejercicio suave (pasea), descansa todo lo que puedas, vigila tu postura, cómo coges al bebé, ayúdate del cojín de lactancia a la hora de dar el pecho.
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