BENEFICIOS DEL APEGO
La empatía, las ganas de compartir, el afecto, la capacidad
de amar y de ser amado, se cuentan entre las características que definen a una
persona asertiva y feliz y están asociadas al apego formado tras el nacimiento
y la niñez temprana. Si bien es cierto que a lo largo de la vida cada persona desarrolla
su propia personalidad, los estudios psicológicos han confirmado que cuando
en una primera etapa se produce una relación sólida y saludable con los padres,
se forman niños más seguros de sí mismos, con mayor autonomía, gran autoestima
y, en definitiva, son niños que logran enfrentarse a la sociedad sin problemas.
Aquellos pequeños que han tenido un vínculo pobre suelen ser
más tímidos, retraídos y por lo general, presentan trastornos de personalidad.
Además, es probable que tengan problemas emocionales y de conducta. En
definitiva, si queremos niños sanos y felices es imprescindible crear lazos
desde un comienzo.
El apego seguro, como se denomina específicamente al que se
vive los primeros minutos de vida, favorece la salud mental, la salud física
y el desarrollo psicomotor de los niños.
Además del encuentro precoz entre madre e hijo, facilita
la lactancia materna exclusiva hasta los 6 primeros meses y ha demostrado ser
un factor importante en la disminución de las hospitalizaciones en los
recién nacidos.
Los niños se muestran claramente más atentos a los
estímulos de sus padres, sonríen más habitualmente con ellos y con quienes
los rodean, se sientan y afirman la cabeza antes que los demás niños y se
comunican a través de gestos o palabras más claras y tempranamente. El apego se
relaciona directamente con el nivel de autoestima que alcanza el niño en sus
primeros años de vida, lo que posteriormente lo ayudará a ser un adulto exitoso.
Establece el inicio de la relación entre los padres y su hijo, base para
construir en el futuro un vínculo sano y efectivo con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario