BIENVENID@

A tod@s las madres, padres, enfermer@s o estudiantes de enfermería y gente en general preocupad@s por dar los mejores cuidados a l@s más pequeñ@s.
Espero que la información proporcionada os guste y sea de utilidad.

viernes, 13 de abril de 2012

SONDAJE NASO U OROGÁSTRICO
Consistente en la introducción de un tubo flexible en el estómago del paciente a través de las fosas nasales (Sonda nasogástrica o SNG) o a través de la boca (Sonda orogástrica o SOG) para distintos fines: vaciado o comprobación de contenido gástrico, descompresión del trasto digestivo (evitar o aliviar distensión abdominal), fines diagnósticos o alimentación enteral. La colocación por vía nasal puede aumentar las resistencias pulmonares, disminuir el volumen minuto de administración y  provocar lesiones nasales. Sin embargo, es más posible que las sondas que se colocan por vía oral se desplacen, causen irritación local y estimulación vagal. En caso de fractura de base de cráneo, rotura de huesos de la cara, taponamiento nasal o cualquier otra alteración a este nivel, está contraindicada la inserción de la sonda por la nariz. En estos casos se utilizará la via orogástrica. En niños sometidos a ventilación mecánica no invasiva con sistema infant flow utilizar también la vía orogástrica. En RN menores de 2Kg, se debe colocar preferentemente orogástrica, por las condiciones de respiración que les son propias.

Las sondas de uso gástrico utilizadas para neonatos y lactantes suelen ser tipo Levin (aunque hay otras: de Sustagen, Dobghcoff, Keofed…),  pueden ser de distintos materiales (silicona, PVC, poliuretano o teflón), radiopacas y sus calibres de 5 a 8 Fr.
Deben cumplir la normativa UNE-EN 1615 sobre catéteres y equipos de administración de nutrición enteral para un solo uso y sus conectores, aprobada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) en 2001. Esta norma, en consonancia con otras normativas de la UE, considera importante que los equipos de nutrición enteral no permitan ser conectados a catéteres intravasculares parenterales. Y aunque añade que "no se ha considerado necesario proporcionar un código de colores" para las distintas vías porque la cuestión de la seguridad ya se resuelve si unas y otras "no son compatibles" desde el tristemente famoso caso "Gregorio Marañón" también se cumple.













 





 Material
- Sonda (5 a 8 Fr).
- Solución hidroalcohólica. *
- Guantes. *
- Gasas. *
- Lubricante hidrosoluble.
- Linterna.
- Depresor lingual.
- Jeringas de alimentación de 1-2´5-5-10cc.
- Fonendoscopio.
- Esparadrapo hipoalergénico o material específico de fijación para sonda.
- Bolsa de drenaje o bolsa de orina.
- Tiras reactivas para determinar pH.
- Vaso con agua destilada.

* Material para retirada.

Complicaciones
Durante la inserción:
- Traumatismo y/o hemorragia nasal, faríngea o laríngea.
- Obstrucción o intubación laringotraqueal.
- Aspiración del contenido gástrico.
- Traumatismo o perforación esofágica y gástrica.
- Complicaciones irritativas: rinitis, faringitis, esofagitis o gastritis.

Durante su uso:
- Autoretirada por parte del paciente.

Durante la retirada:
- Broncoaspiración de líquido contenido en la sonda si  no está cerrada o pinzada.
- Distensión abdominal y/o vómitos si no se ha reanudado el tránsito intestinal.

Pauta de inserción
- Reunir el material.
- Realizar higiene de manos antes, durante y después según procedimiento del hospital. 
- Preparar el material.
- Inspeccionar la cavidad nasal y oral del niño.
- Palpar el abdomen del niño.
- En caso de existencia de prótesis (paladares o similar) retirar.
- Realizar medidas de confort (contención, administración de sacarosa o leche y posibilidad de succión no nutritiva) previas a la realización de la técnica.
- Colocar al niño. En posición de  Fowler elevado con almohadas detrás de cabeza y hombros. Pero en caso de intoxicación lo pondremos en decúbito lateral izquierdo en trendelemburg. El abordaje para poner una sonda orogástica o nasogástrica es por la parte posterior del paciente, o por la parte lateral.
- Aseo piel si es necesario con gasas y agua bidestilada.
- Elegir el diámetro de la sonda adecuado al paciente.
- Determinar la longitud de sonda que hay que introducir. Métodos:
1/ Distancia entre la punta de la nariz al lóbulo de la oreja y de ahí al apófisis xifoides en caso de SNG. Si fuese orogástrica, sería la distancia entre la comisura bucal y la apófisis xifoides pasando por el lóbulo de la oreja.
2/ Método Hanson: marcar primero un punto a 50 cm de la sonda; luego se realiza el método tradicional. Se debe introducir la sonda hasta el punto medio entre 50 cm y la marca tradicional.
- Marcar la longitud obtenida con un esparadrapo o rotulador.
- Preparar la fijación de la sonda. Para la fijación utilizaremos esparadrapo, lo cortaremos con una hoja de bisturí a fin de que el pegamento que tiene sea el mínimo. El esparadrapo es cortado de forma recta (para ponerlo en corbata) o de pantalón, la banda larga será fijada a la piel y la corta será enrollada a la circunferencia de la sonda.
- Enrollar la parte final de la sonda alrededor de la mano para disminuir su rigidez. Si se desea conseguir mayor flexibilidad se puede introducir la sonda en agua templada. Si lo que se quiere es una mayor rigidez se introducirá en agua fría o con hielo.
- Lubricar la sonda con lubricante hidrosoluble.
- Introducir sonda hasta marca prefijada. Situamos la sonda de manera perpendicular a la fosa nasal de nuestro paciente y las introducimos con suavidad hasta que notamos que se pasan las fosas nasales. Nunca se debe presionar más de lo debido, ya que puede haber algún tipo de obstrucción y podríamos causar alguna lesión.
- Cuando se llega a nasofaringe se gira la sonda 180º, se flexiona la cabeza del enfermo hacia delante e introducimos la sonda con rapidez hasta la marca que previamente habíamos realizado
- Si al introducir la sonda el RN presenta cianosis, retirar inmediatamente. 
- Mientras se introduce la sonda pueden aparecer nauseas y vómitos: Hay que esperar a que cesen sin retirar la sonda y continuar después.
- Si la sonda no progresa con facilidad, se inspecciona el interior de la cavidad bucal para descartar que la sonda se haya quedado enrollada en su interior.
- Comprobar posición de la sonda. Métodos: 1/ Aspirar el contenido gástrico con suavidad, valorando el color. 2/ Medir el pH del líquido aspirado. pH del contenido gástrico es de 4 o inferior, si es mayor 7.5 sospechar que sea intestinal o pulmonar. 3/ insuflar aire por la sonda, colocando el fonendoscopio en epigastrio. La cantidad de aire insuflado variará con la edad del niño. Se oirá un ruido sibilante o gorgoteante. 4/ Colocar el extremo de la SNG en un vaso de agua. Si hay burbujas al ritmo de la respiración es que está colocada en el árbol bronquial.  5/ Comprobación radiológica.
- Limpiar y secar la nariz del paciente. Para que la fijación no se afloje.
- Fijar la sonda con una tira de esparadrapo o apósito apropiado dependiendo de la edad del niño y de la zona de introducción de la misma.  Si el niño presenta lesiones en la piel o quemaduras, sujetad la sonda utilizando una cinta o venda. Si el paciente está agitado, fijad también la sonda detrás de la oreja. La sonda también se puede fijar al tubo endotraqueal. No debe fijarse en la frente, pues puede producir úlcera por presión sobre la nariz. 
- Conectar el extremo de la sonda a sistema de drenaje, nutrición o cerrarla.
- Quitarse los guantes y lavarse las manos.
- Colocar al niño con el tórax elevado de 30 a 45º.
- Retirar material. 
- Registrar.

Pauta de mantenimiento
- Comprobar su correcta colocación antes de cada toma.
- Movilizar la sonda cada 24 horas para evitar lesiones por presión.
- Mantener incorporado 30º-40º.
- Mantener la jeringa de lavado y administración de medicación siempre limpia y metida en su envoltorio.
- Realizar el aseo del paciente con la dieta parada, volviéndola a conectar cuando se vuelva a incorporar la cabecera.
- Aspirar la boca del paciente para comprobar que no hay dieta.
- Limpieza de la fosa nasal libre con suero salino.
- Lavar la sonda con una pequeña cantidad de agua destilada, suficiente 1 cc, antes y después de la administración de la medicación o alimentación, con el fin de evitar posible contaminación bacteriana.
- Lavar la sonda con agua destilada si sospechamos que está obstruida. Se introducirá agua destilada a temperatura ambiente en pequeñas cantidades (según orden médica 5-10-20cc), dejándola fluir por gravedad o lentamente mediante la jeringa.  Posteriormente, se aspira con suavidad o se desciende la sonda para que refluya el contenido.  El proceso se repetirá tantas veces como sea necesario.  Para el lavado el paciente debe de estar colocado en decúbito lateral izquierdo y con la cabeza elevada para evitar la aspiración.
- Permanencia menor a 30 días, cambiar en caso de obstrucción que no se resuelva por lavado.
- Utilizar preparaciones líquidas (jarabe, gotas, etc.), siempre que se disponga de ellas, previamente diluidas. Si no hay preparación líquida, valorar si el medicamento puede disgregarse o, en su defecto, triturarse. Para la disgregación del comprimido se introduce éste, entero, en la jeringa (previa liberación del émbolo), se añaden 20 ml de agua templada y se agita la jeringa hasta que el fármaco se haya desintegrado. En el caso de que la disgregación no sea posible, se procederá a triturar el fármaco en un mortero hasta que esté finamente pulverizado, se mezclará con 15 o 20 ml de agua templada y se administrará inmediatamente. Si el fármaco no admite su trituración se consultará con el médico y el farmacéutico para estudiar otras alternativas.
- Si se administran varios fármacos a la vez, se debe hacer por separado, lavando la sonda con 0´5-1ml de agua entre uno y otro. La administración de los antiácidos se realizará siempre en último lugar para evitar interacciones, dejando un período de 15 min después de la administración del último fármaco.
- Comprobar si el paciente está con nutrición enteral, ya que ésta puede interaccionar con algunos fármacos produciendo precipitación, inactivación, disminución de su absorción, etc. En este caso los fármacos se darán, bien 1 h antes de la alimentación o 2 h después.

Pauta de retirada
- Comprobar que se ha obstruido o no sea necesaria.
- Realizar higiene de manos antes, durante y después según procedimiento del hospital. 
- Ponerse guantes.
- Colocar al paciente en posición de semi-Fowler para evitar la aspiración de contenido gástrico.
- Situarse al lado derecho del enfermo si se es diestro o al lado izquierdo si se es zurdo. Permite un manejo más fácil.
- Desconectar la sonda de la bolsa de drenaje o el sistema de alimentación enteral.
- Cerrar la sonda para evitar que el contenido gástrico que quede en la sonda drene al retirarla y entre en la vía respiratoria.
- Retirar la fijación de la sonda. Tener sumo cuidado al despegar ya que podemos levantar la epidermis del paciente.
- Extraer la sonda con suavidad y rapidez durante la espiración del paciente, para no inducir a náuseas y vómitos. 
- Si está intubado, asegurarse de la correcta presión del neumotaponamiento antes de retirarla.
- Realizar higiene de fosas nasales y boca.
- Quitarse los guantes.
- Recoger material.
- Registrar.

domingo, 8 de abril de 2012

SONDAJE VESICAL NEONATAL
El sondaje vesical en neonatos es una técnica aséptica que consiste en la introducción de una sonda hasta la vejiga a través del meato uretral, con el fin de establecer una vía de drenaje temporal (único o repetido) o permanente, desde la vejiga al exterior. El cateterismo o sondaje vesical es un procedimiento invasivo y la causa más frecuente de infección urinaria nosocomial que prolonga la estancia en el hospital e incrementa costes.
Una sonda vesical es un tubo de látex (dura hasta 45 días), silicona (hasta 90 días), teflón (adherencia bacteriana variable) o PVC (más rígido). Tamaño según la escala francesa de Charrière (Ch), siendo un Ch equivalente a 0.33 mm, mide la circunferencia externa. Los calibres disponibles se escalonan de dos en dos con números pares. Las medidas más habituaes en estos niños son de 6-8 Ch o menos. La válvula puede presentar un código de color para facilitar su identificación rápida. Constan de tres partes: punta (es la porción que se introduce inicialmente en la uretra), cuerpo y embudo colector por la que sale la orina y se conecta la bolsa colectora. Tienen uno o varios orificios en la parte distal. Pueden tener 1, 2 ó 3 vías distintas. Las sondas de una vía suelen ser rígidas o semirrígidas (de Nelatón-punta recta o Tienam-punta acodada y más fina) y se utilizan para sondajes intermitentes, no tienen balón de anclaje. Las sondas de 2 vías se usan para sondajes permanentes y la segunda vía sirve para hinchar el balón de anclaje con agua bidestilada para fijarla. La primera vía lleva una guía para facilitar la introducción. En niños prematuros y lactantes pequeños se puede retirar la guía antes de sondar para minimizar el riesgo de provocar una falsa vía. En las sondas de tres vías, la tercera vía se utiliza para irrigar la vejiga de forma continua (para lavados o medición de la PIA).
Tipos de sondas vesicales




Indicaciones:
-Control cuantitativo de la diuresis
-Obtención de una muestra limpia de orina cuando no se puede obtener por los medios habituales así como recogida de orina de varias horas
-Retención urinaria.
La cateterización siempre debe responder a una indicación médica específica y debe ser suspendida en el momento que haya cesado la misma.
Complicaciones:
- Creación de una falsa vía por traumatismo.
- Retención urinaria por obstrucción de la sonda (causada por acodamiento de la sonda, coágulos, moco o sedimentos de la orina).
- Infección urinaria.
- Hematuria posterior por traumatismo.
Objetivos:
· General:
- Estandarizar la instalación y manejo del catéter urinario, con la técnica adecuada para minimizar los riesgos inherentes a la colocación del mismo y los que posteriormente puedan surgir como consecuencia de su uso.
· Específicos:
- Mantener técnica aséptica durante la instauración del catéter urinario.
- Mantener técnica aséptica durante el manejo del catéter urinario, incluyendo muestras y lavados.
- Realizar una correcta retirada del catéter urinario.
Del sondaje permanente:
-Control de diuresis.
-Cicatrización de las vías urinarias tras la cirugía.
-Prevención de la tensión en heridas pélvicas y/o abdominales a causa de la distensión de la vejiga.
-Proporción de una vía de drenaje o de lavado continúo de la vejiga.
Del sondaje temporal:
-Vaciado de la vejiga en caso de retención de orina.
-Obtención de una muestra de orina estéril.
-Determinación de la cantidad de orina residual después de una micción.
Observaciones:
- Ante el roce de la sonda con cualquier superficie no estéril, debemos cambiarla por una sonda nueva.
- Si se introduce erróneamente la sonda en vagina o ano, debe desecharse, desinfectar de nuevo la zona y usar una sonda nueva, repitiendo el procedimiento.
- No hay que forzar la introducción de la sonda. Si no se consigue el sondaje, se debe esperar un rato antes de realizar de nuevo la técnica.
- Para inflar el balón debe utilizarse agua bidestilada y no suero fisiológico, puesto que el sodio puede provocar la rotura del balón.
- Inflar el balón con los mililitros de agua bidestilada que recomienda el fabricante. Esta maniobra no debe molestar al paciente.
- Mantener la bolsa colectora siempre por debajo del nivel de la vejiga para evitar reflujos.
INSTAURACIÓN
Material:
-Gorro.
-Mascarilla facial.
- Bata estéril.
-Guantes estériles.
-Guantes no estériles.
-Agua y jabón.
-Solución antiséptica (clohexidina al 2%).
-Gasas no estériles.
-Gasas estériles.
-Paño estéril normal y fenestrado.
-Sonda de dos vías (tipo Foley) de calibre adecuado (6-8). Si tiene guía se puede retirar. En grandes prematuros se puede utilizar un catéter umbilical o una sonda de nutrición calibre 4 ó 5, ya que el calibre menor de la sonda Foley es CH6 y suele ser demasiado gruesa; en estos casos utilizamos el capuchón de las jeringas de 2cc como conexión entre la sonda y el urinómetro.
-Lubricante urológico estéril y en unidosis.
-Agua bidestilada estéril.
-Jeringa de 2-5 cc.
-Aguja.
- Urinómetro. Sistema de medida horaria de orina (cámara graduada) a bolsa colectora con circuito cerrado (válvula antirreflujo y zona de toma de muestras), grifo y soporte.
- Apósito transparente.
Pauta de instauración:
- Preparar mesita auxiliar con campo estéril y todo el material necesario.
- Colocar al paciente en decúbito supino.
- Realizar higiene de manos antes, durante y después de realizar la técnica según protocolo del servicio de preventiva del hospital.
- Colocarse guantes no estériles y lavar los genitales con agua y jabón; aplicar solución desinfectante.
- Realizar lavado quirúrgico y colocarse guantes estériles.
- Comprobar y preparar material.
- Colocar paño fenestrado sobre el paciente.
- Aplicar lubricante a la sonda sin obstruir orificio de drenaje.
- Realizar sondaje:
· En niñas:
-Flexionar y separar rodillas.
-Desinfectar zona genital separando los labios con el pulgar y el índice de la mano no dominante.
-Identificar meato urinario y volver a limpiar con torunda con movimiento descendente.
-Introducir sonda previamente lubricada lentamente y sin forzar unos 2-3cm., si tiene balón inflar con agua bidestilada y tirar suavemente para comprobar que está bien fijada.
· En niños:
-Estirar piernas.
-Coger el pene colocándolo en posición vertical con la mano no dominante, retraer el prepucio.
-Desinfectar el meato urinario, ejecutando un movimiento circular de dentro hacia afuera con una torunda impregnada en antiséptico.
-Visualizar el meato e introducir sonda previamente lubricada lentamente y sin forzar hasta que encontramos un tope, inclinar el pene 45o aproximadamente (esta posición favorece el paso por la uretra prostática) y continuar entrando la sonda hasta que comience a fluir la orina.
-Introducir la sonda 2-3cm. más, si tiene balón inflar con agua bidestilada y tirar suavemente para comprobar que está bien fijada.

- Conectar a urinómetro.
- Proteger conexión con gasa estéril.
- Colocar la parte externa de la sonda de forma queno se acode, fijándola con apósito transparente en la cara interna del muslo de manera que impida tracciones y a la vez permita la movilidad del paciente.
RETIRADA
Material:
- Guantes no estériles.
- Agua y jabón.
- Jeringa.
- Gasas no estériles.
Pauta de retirada:
- Realizar higiene de manos antes, durante y después de realizar la técnica según protocolo del servicio de preventiva del hospital.
- Colocarse guantes no estériles.
- Desinflar el balón (si la sonda tiene) con una jeringa y retirar fijaciones.
- Retirar la sonda con suavidad.
- Limpiar la zona genital con agua y jabón.
MANTENIMIENTO
- Evitar acodamientos y reflujos. Si hay que movilizar al paciente colocar la bolsa sobre el colchón y pinzar el tubo del urinómetro.
- Evitar desconexiones innecesarias. El sistema de sondaje permanente es un sistema cerrado, por lo que no debe desconectarse para limitar el riesgo de infección. Si hay que recoger una muestra se utilizará la zona de toma de muestras.
- Movilizar en sentido rotatorio la sonda para evitar úlceras.
- Manipular de forma aséptica.
- Una sonda permanente de látex debe cambiarse cada 3 semanas, aunque las sondas de silicona pueden mantenerse un periodo más largo, 6 a 12 semanas. Y antes si se presentan complicaciones.
- La higiene de genitales y sonda debe hacerse una vez por turno como mínimo.
- Deben realizarse aseos perineales tres veces al día por arrastre.
- Los sistemas de drenaje estériles cerrados que han sido abiertos o tienen filtraciones deben ser reemplazados de inmediato.
- Cuando haya que pinzar la sonda, procurar hacerlo en el tubo del sistema de drenaje urinario, no en la sonda misma.
- La bolsa colectora debe vaciarse cada vez que esté llena en dos tercios de su capacidad y cambiarse cada semana. Técnica:
• Higiene de manos antes y después de vaciar la bolsa.
• La bolsa se debe mantener por debajo del nivel de la vejiga en todo momento para evitar que la orina se devuelva por la sonda hacia la vejiga.
• Con cuidado, abrir válvula en T para vaciado en la parte inferior de la bolsa y vaciar la orina. No deje que la válvula toque el recipiente salvo que sea estéril.
• Limpiar el extremo de la válvula con una gasa o algodón con alcohol.
• Cerrar con firmeza la válvula en T para evitar fugas.
• No permitir que la bolsa de drenaje toque el suelo.
LAVADO VESICAL
Aunque no es aconsejable manipular la sonda, puede ser necesario para mantener o recuperar la permeabilidad de la sonda realizar un lavado. Es una técnica estéril.
Material:
-Gorro, mascarilla y bata.
-Guantes estériles.
-Empapador desechable.
-Talla estéril.
-Jeringa de 10cc.
-Solución salina estéril.
- Solución antiséptica.
Pauta de lavado:
- Realizar higiene de manos antes, durante y después de realizar la técnica según protocolo del servicio de preventiva del hospital.
- Colocarse guantes no estériles.
- Colocar al paciente en decúbito supino con un empapador debajo de la conexión entre la sonda y el urinómetro.
- Cubrir la conexión con una gasa empapada en antiséptico.
- Preparar campo estéril en mesita auxiliar.
- Realizar lavado quirúrgico y colocarse guantes estériles.
- Comprobar y preparar material necesario.
- Colocar encima del empapador la talla estéril.
- Desconectar la sonda e introducir la solución salina.
- Retirar la jeringa y dejar fluir por gravedad. Si no fluye, aspirar para sacar el producto que origina la obstrucción.
- Conectar de nuevo la bolsa colectora.
- Si la sonda no recupera la permeabilidad, repetir la maniobra.
- Si no solucionamos el problema retirar la sonda y realizar un nuevo sondaje.
MUESTRAS DE ORINA
En neonatos se recomienda realizar uricultivo mediante punción suprapúbica o cateterismo vesical. La recogida por bolsa es inadecuada para lograr resultados fiables, apenas tiene valor ya que se contamina con facilidad por flora cutánea y fecal.Se considera el urocultivo positivo con recuento >1000 (mediante punción) o >10.000 ufc por ml (mediante cateterismo).
Las sondas Foley pueden puncionarse en su extremo distal, previa desinfección de la zona por 30 segundos con solución de alcohol al 70%, si no se cuenta con zona de toma de muestras. Las sondas siliconadas no deben puncionarse.
Material:
-Guantes limpios y estériles.
- Paño estéril.
- Gasas.
- Solución desinfectante.
-Jeringa de 2-5cc.
-Recipiente estéril.
Pauta:
- Realizar higiene de manos antes, durante y después de realizar la técnica según protocolo del servicio de preventiva del hospital.
- Colocarse guantes no estériles.
- Preparar campo estéril en mesita auxiliar.
- Comprobar material y abrir el recipiente, dejando la tapa bocarriba.
- Limpiar zona de toma de muestras con gasas impregnadas en solución antiséptica.
- La persona que ayuda sujetará el urinómetro.
- Acoplar jeringa a la zona de toma de muestras y aspirar orina.
- Introducir la orina en el recipiente sin que la punta de la jeringa toque el frasco.
- Cerrar el frasco.

sábado, 7 de abril de 2012









Me lo ha pasado una compañera:

Palabras de un bebe Prematuro a sus papis!! 

Queridos papás:

Para todos soy un prematuro porque nací antes de tiempo.

Prematuro…. como si fuera algo malo!
Muchos me miran con aprensión, otros con pena y compasión y algunos hasta con curiosidad.
Pero yo quisiera decirles a ustedes, mis papás, que por favor me miren como a un hijo.
No teman hacerlo!
Nacer antes de tiempo no es culpa de nadie y para querer y ser querido no se necesita ser grande.
Es cierto que me falta ser más maduro y hasta entonces necesito de los demás, especialmente de mis médicos y enfermeras, pero a ustedes, a mis papás, puedo verlos y sentirlos.

Necesito mucho de su cariño, como estoy seguro de que ustedes también necesitan del mío. ¿Por qué no pensar entonces que somos afortunados en poder vernos antes?

Es bueno nacer ya grande, es cierto, pero si igual estamos juntos no es tan malo pesar un poco menos y ser un bebé prematuro.
Ustedes son tal cual yo los imaginaba y yo diría que quizás aún mejor y cuando me miran y sonríen me están diciendo que lo mismo piensan de mí. Y eso lo siento.
A veces los veo apenados por no poder abrazarme y alzarme, sin embargo por mi pequeño tamaño una caricia de ustedes me colma de amor. Sépanlo!



Desde mi incubadora veo a todos inmensos, imponentes en sus uniformes, cuidándome todo el tiempo, pero cuando llegan ustedes sólo veo sus ojos y ese es un momento de mucha felicidad para mi.

Y cuando me miran me siento igual que antes cuando aún no había nacido porque con su sonrisa me siento protegido y por sobre todas las cosas querido.
No dejen de mirarme, yo más que los veo, los siento, porque no solamente se puede ver con los ojos.
Queridos papás: Soy su hijo. El mismo que ustedes concibieron.
Quizás no el que ustedes imaginaron o desearon, ni tampoco el que hubieran querido tener cuando me vieron por primera vez, pero no importa!, yo les doy una nueva oportunidad. Ustedes ya me la están dando a mí.
Les doy todas las oportunidades y el tiempo que necesiten para reponerse del susto, para asumir los problemas que he provocado y para reorganizar nuestra casa,
Por tres simples razones: Yo los quiero, los necesito y somos una familia.




Dr. Miguel Larguia Jefe de Neonatologia de la Maternidad Sarda

viernes, 6 de abril de 2012

MATRONATACIÓN O NATACION PARA BEBES CON SUS PADRES
No son clases para que los bebés aprendan a nadar, entre otras cosas, porque no es hasta aproximadamente los cuatro de edad cuando el aparato locomotor está lo suficientemente desarrollado como para nadar. La matronatación es una actividad que busca la estimulación acuática del bebé por medio de una serie de juegos que le permiten aprender a flotar y moverse por el agua con la ayuda de sus padres. Es fundamental el papel del padre o de la madre dentro del agua. Este contacto reforzará el vínculo inicial entre los progenitores y los bebés, viviendo una experiencia original, única e irrepetible. Por lo tanto los padres deben tener claro que una cosa es el disfrute, dominio y adquisición de ciertas habilidades, y otra muy distinta aprender a nadar.

Contraindicaciones
Las contraindicaciones a la práctica de esta actividad son pocas y algunas de ellas relativas ya que los niños van a encontrarse siempre bajo la vigilancia de sus padres, no obstante, las contraindicaciones más importantes encontradas han sido las siguientes: Enfermedades infecciosas o inflamatorias, enfermedades cardiovasculares no compensadas, enfermedades otorrinolaringológicas, enfermedades cutáneas, infecciones locales o heridas abiertas, epilépticos con gran mal, hidrofobias acentuadas.

La edad para que los bebés comiencen a dar clases de matronatación no está claramente definida. Lo que recomiendan los expertos es esperar hasta que el bebé tenga al menos cuatro meses (la mayoría espera incluso a los 6 pero esto suele ser por que las instalaciones no están suficientemente preparadas para bebés pequeños), ya que es a esa edad cuando termina de madurar el sistema inmunológico de los pequeños, y el riesgo de padecer otitis o resfriarse es menor. De hecho el Consejo Superior de la Salud de Bélgica lo desaconseja hasta los 12 meses año si las piscinas no cumplen con las condiciones de higiene y seguridad. El Comité de Medicina Deportiva y Entrenamiento de la Academia Americana de Pediatría se opuso durante muchos años a que los niños menores de 4 años dieran clases de natación, basándose en que consideraban que los riesgos (como el enfriamiento del niño, posibilidad de intoxicación hídrica e infecciones) y la falsa sensación de seguridad que produce en algunos padres la falsa creencia de que sus hijos serían capaces de nadar eran francamente perjudiciales a la salud del niño. Pero desde el año 2000 esa postura ha cambiado, el Comité declaró que los riesgos pueden ser evitados mediante precauciones y medidas de seguridad.
Entre sus recomendaciones afirma que:
1. Los niños no están desde el punto de su desarrollo madurativo preparados para lecciones formales de natación hasta los 4 años cumplidos.
2. Los programas acuáticos para bebés no deben promoverse como una manera de disminuir el riesgo de asfixia por inmersión.
3. Los padres no deben sentir que sus hijos "saben nadar" ni que pueden estar "seguros" en el agua luego de participar en esos programas.
4. Siempre que un bebé esté en el agua un adulto teniendo al niño al alcance de su mano.
5. Todo programa para bebés debe incluir información a los padres acerca de las limitaciones madurativas (motoras y conciencia de peligro), los riesgos del agua, las estrategias para prevenir la asfixia por inmersión y el rol y la responsabilidad de los adultos en y alrededor del agua.
6. La hipotermia, la intoxicación hídrica, y la posibilidad de contagios pueden ser prevenidas mediante recomendaciones médicas existentes, y no deben impedir que los bebés participen y experimenten en programas acuáticos adecuados.
Puedes empezar las clases cuando realmente te sientas segura/o, pero deberás de tener en cuenta que a partir de los 8 ó 9 meses el bebé perderá algunos reflejos innatos muy importantes que sin duda serán muy útiles. Por eso los bebés menores de un año se adaptan al agua más rápidamente que los niños mayores. El miedo al agua se adquiere conforme el niño va creciendo; mientras más tiempo esté apartado del agua, probablemente desarrollará sentimientos de desconfianza y hasta fobia, que posteriormente dificultarán en muchos de los casos, el aprendizaje de la natación.
Inmersión y reflejos:
Los reflejos que el niño conserva en los primeros meses de vida son la base de los beneficios que más tarde podrá alcanzar el lactante con la práctica de esta actividad.
La inmersión total se considera indispensable en el proceso de desarrollo y adaptación. Ésta se lleva a cabo en las primeras etapas, pero siempre va precedida de un ejercicio de sumergir al niño por encima del labio superior para que el bebé cierre la boca en contacto con el agua: el infante debe mantenerse en esa posición durante uno o dos segundos y luego el padre deberá reconfortarlo para darle seguridad. Solo debe realizarse cuando el bebé este tranquilo, relajado y sin brusquedad, en estas condiciones la experiencia no debe ser traumatizante.
Los reflejos relacionados con la práctica de esta actividad son los siguientes:
- Equilibrio acuático: este reflejo se ve favorecido por la flotación inherente del re­cién nacido. El bebé en el agua reacciona con sus reflejos innatos de supervivencia de manera glo­bal.
- Flotación: En la posición dorsal (decúbito supino), el equili­brio se consigue por la conjunción de los siguientes movimientos instintivos: reflejo del moro (brazos abiertos), reflejo de enquizamiento cervical (ante el desequilibrio o pérdida de apoyo caudal) y búsqueda de la estabilidad pélvica.
- Propulsión: Sería más conveniente hablar de "Movimientos espontáneos que provocan un desplazamiento", es lo que hemos englobado como "Reflejo subacuático, de sumersión o buceo". Este es una modificación del reflejo de Landau adaptado al medio acuático: Al sumergir a un recién nacido en posición ventral (decúbito prono) observamos que de manera instintiva se provocan el conjunto de siguientes reflejos: enderezamiento cervical, reflejo glótico o de protección respiratoria y mo­vimientos de flexo-extensión rudimentarios (acción propulsiva), que engloban todo el eje axial y sus segmentos. Junto a la flotación propia de su cuerpo, el crío ascenderá hacia la superficie.
- Reflejo natatorio: Son movimientos de brazos y piernas con cierto carácter rítmico que se realizan cuando sujetamos al pequeño por los costados y lo ponemos en con­tacto con la superficie del agua en posición ventral (decúbito pro­no).
- Reflejo de Chapoteo o Hidropedal, que viene a ser la Reac­ción de Bauer o "marcha automática en el agua". Probablemente es una manifestación de placer, con la agitación propia del bebe al pa­talear, por reconocer el medio líquido. Se deben hacer estudios que confirmen esta conducta. También se deberá tener en cuenta la tem­peratura del agua.
- Reflejo de protección de la respiración, es sin duda el reflejo más importante del bebé para la práctica de esta actividad y es muy trabajado en los primeros meses para favorecer la inmersión del infante. Consiste que, ante presencia de agua en las vías respiratorias, el niño activa un mecanismo de defensa mediante el cual cierra las vías aéreas altas. Es un comportamiento trabajado en la Educación Física precoz. Desaparece a los 7 u 8 meses.
La elección del horario deberá ser cuando el bebé no tenga que dormir ni comer. Otra cosa de deberás tener en cuenta es el tiempo que el pequeño permanecerá en el agua de la piscina. Las primeras sesiones serán cortas y podrán ir aumentando progresivamente hasta los 20-30-45 minutos como máximo. De todas formas ya se ha dicho que será el propio bebé quien marque este tipo de pauta, si ves que tiene frío, está incómodo o llora demasiado le sacas de la piscina. No te preocupes por pensar en no aprovechar las clases.
Se emplean materiales didácticos como pelotas o tablas adecuadas a la edad de los bebés. Los recién nacidos están perfectamente dotados de una variedad de reflejos que hacen posible el progresivo desarrollo de una conducta adaptada al medio en que se desenvuelvan, en este caso el agua. Limitar las experiencias del primer año a la estancia en la cuna o en el cochecito de paseo significa reducir el desarrollo tanto físico como intelectual de nuestro bebé, en un período crítico de su vida. Todos los psicólogos y pedagogos reconocen la importancia de los primeros años en la vida del individuo y, a pesar de ello, seguimos sin prestar la atención necesaria hasta la entrada en la escuela. El objetivo más importante de esta actividad se centra en reforzar el vínculo de amor y confianza entre la madre y el bebé, haciendo que ambos compartan una experiencia original, única e irrepetible, fortaleciendo la relación afectiva y cognitiva entre bebé-mamá-papá. Además, por si esto fuera poco, se van a crear situaciones de juego, dentro de un ámbito lúdico y recreativo.
Beneficios que aporta:
Cabe destacar, el importante desarrollo psicomotor; adquiriendo una mayor coordinación motriz, localización propioceptiva e integración kinestésica, además de facilitar movimientos y experiencias motrices que le conduzcan a un aumento del repertorio motor, asimismo, ayuda al fortalecimiento del sistema cardiotorácico, aunque, no obstante es trascendental destacar la regulación del tono muscular, muy importante para la estática, el equilibrio y el movimiento y en último término se obtiene una mejora de las relaciones afectivas entre los padres y el infante. Es necesario recalcar el aumento del desarrollo de la capacidad intelectual, ayudando a los niños a ser más creativos y observadores, por lo que la literatura consultada recomienda la práctica de esta actividad durante los primeros meses de vida del infante. La natación para bebés es uno de los mejores métodos de estimulación temprana, ya que, en un ambiente de juego y placer, aporta beneficios importantes sobre el bebé debido a los componentes físicos (agua, movimiento, calor) que contiene esta actividad.
•Desarrollo psicomotor: El bebé que aún no camina encuentra en el agua la posibilidad de moverse tridimensionalmente, siendo mucho mayor la libertad y continuidad de movimientos. A muy temprana edad comienzan a tener nociones de desplazamiento y distancia de una gran riqueza y sensibilidad, lo que redundará en una mayor coordinación motriz.
•Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio: La natación fortalece el corazón y los pulmones. Debido al trabajo respiratorio que se realiza en el agua se aumenta la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre.
•Ayuda al sistema inmunológico.
•Aumenta el coeficiente intelectual: Está demostrado que los bebés que han hecho natación en los 2 primeros años de vida desarrollan una percepción mayor del mundo que los rodea, con lo que ya están aprendiendo a ser más creativos y observadores. El agua estimula la capacidad de juego del niño y este hecho repercutirá muy positivamente en aprendizajes futuros.
•Mejora y fortalece la relación afectiva entre bebé-padres: La realización de un programa acuático para un bebé le llevará, junto con sus papás a compartir situaciones ricas y profundas que no sucederán de otra forma pues se van a juntar las reacciones innatas e instintivas del bebé con las propias vivencias que genera la práctica de la natación, que sin duda ayudaran al conocimiento mutuo, alimentando el amor y orgullo de mamá y papá.
•Inicia la socialización sin traumas en un ambiente lúdico y recreativo: Desarrollándose como personas y su entorno de una forma natural. La convivencia en la piscina con otros niños le ayudará a relacionarse mejor, además de que aprenderá a compartir y realizar actividades junto a otras personas. El niño adquiere más confianza para comunicarse y desarrollarse en grupo, ya que estará en constante contacto con instructores y niños.
•Desarrolla las habilidades vitales de supervivencia. Un ejemplo de ello es el aprender a girarse sobre su espalda y flotar ante una caída al agua.
•Ayuda al bebé a relajarse.
•Ayuda al bebé a sentirse más seguro.
Requisitos que debe de cumplir la piscina:
•La temperatura del agua deberá estar a unos 32 grados centígrados, aunque puede variar un grado arriba o abajo dependiendo de la época del año y la edad del niño.
•El nivel de cloración del agua deberá estar entre el 0,5 y el 0,6 por ciento (frente al 1 por ciento en las de adulto).
•Es muy recomendable que la piscina sea cubierta y climatizada y por supuesto cumpla con los requisitos higiénicos-sanitarios establecidos.
•La zona de los vestuarios donde cambiarán las mamás (o papás) a sus niños deberá igualmente estar climatizada y cumplir las norma higiénicas.
•Algunos vestuarios están bastante apartados de la piscina y en este trayecto los niños se pueden quedar fríos. Por ello es muy conveniente que cerca de la piscina exista un banco o lugar especial para desnudar y vestir al niño.
•La piscina de los pequeños debe ser sólo para ellos, nunca compartida. Estas "piscinas de enseñanza" suelen tener unos 6 por 4 metros aunque estas dimensiones no se establecen como una norma, existiendo en la actualidad de muchos tamaños y formas.
•Evitar los horarios de máxima afluencia, principalmente por el ruido.
Preparando al bebé en casa (de mucha ayuda cuando vayas por primera vez a la piscina):
•Reducir paulatinamente la temperatura del baño de nuestra casa a la temperatura de la piscina, unos 32 grados, desde los 3 meses.
•Hacer que el bebé se familiarice con el agua jugando con él en la bañera (ayudarle a chapotear, tirarle agua encima, salpicarle…).
•Acostumbrarse a manejar al niño con total seguridad en el agua. Las primera veces que bañes al bebé lo harás en su bañera pero después podrás meterle contigo, así podrás sujetarle y moverle mejor que desde fuera. Cuando decidas hacerlo no lo sostengas cuando entres o salgas de la bañera, puedes caerte o resbalar; lo mejor es que el padre que no se mete esté fuera para ayudar. Ante todo tendrás que dar al niño, mediante un intenso contacto corporal, sensación de seguridad. Es posible que muestre algo de malestar por la nueva situación pero enseguida se sentirá a gusto y empezará a patalear, especialmente si hacemos presión con nuestras manos o muslos contra las plantas de sus pies. Existen multitud de formas para coger a tu bebé mientras ambos estáis en la bañera pero recuerda que las primeras veces la posición tendrá que ser de forma que el niño te vea. Una de ellas mientras tú estás sentada en la bañera (bien segura/o de no resbalar), apoyando al niño de espaldas en tus piernas y rodillas con sus pies en tu barriga, sujetando su cabeza con una mano y la otra libre para acariciarle o mojarle el pecho. Otra posición sería apoyando la espalda del bebé en tu pecho, cogiéndolo por la cabeza, con las palmas de las manos y los dedos hacia abajo. No le sujetes ni por el cuello ni por la espalda. Espera a que esté bien relajado, cuando esto suceda, ve estirando tus brazos hacia adelante poco a poco mientras él flota. Observa cómo el bebé flota. Después de realizar este par de ejercicios coge al pequeño y chapotea un poco con el agua, seguro que él también lo hace. Échale unas gotas de agua por la cabeza. Al rato y a la orden de "listos, ya" vuelve a echarle agua pero esta vez en la cara. Es importante que mientras realizas estos pasos en la bañera no haya jabón en el agua.
La primera visita a la piscina:
El bebé necesitará un tiempo para aclimatarse al nuevo entorno (temperatura, espacio, ruido, gente, etc.). Lo normal es que el profesional asignado a tus clases te enseñe las instalaciones. Lo habitual es que tengáis compañeros de piscina nuevos. Aprovecha para intercambiar opiniones con otras mamás o papás y si tienes dudas pregúntale al técnico que os acompaña. Poco a poco el bebé se irá relajando.
Cambia a tu hijo en un lugar donde no haya corriente. Sentaros al borde de la piscina. Asegúrate de la profundidad, es obligatorio que esté marcado con pintura en el mismo borde; pregunta si dudas al técnico, lo habitual es que mida entre 0,50 y 1 metro. Si ves que tú solo no puedes sentarte pide ayuda para que te sujeten al bebé mientras te sientas junto a él o te metes en el agua.
Coge al pequeño entre tus brazos y llévatelo al pecho, háblale en tono tranquilizador. Date un pequeño paseo por el agua mojando poco a poco. Esto para ser el primer día es más que suficiente.
El técnico o monitor os explicará todo cuanto necesitéis saber, os irá dando pautas y recomendaciones de actuación. El método utilizado nunca debe “presionar” al niño para que aprenda a flotar. Se trata de que le pierda miedo al agua, si lo tuviera, lo vea como algo lúdico y se divierta. Importa más que la experiencia sea grata a que consiga la flotación. Si el método de enseñanza es bueno, los niños no tienen por qué pasarlo mal o mostrarse reacios a acudir a la piscina. Los padres no deberían obsesionarse porque sus hijos aprendan técnicas de flotación o movimientos. Lo fundamental es que adquieran el gusto por el agua.
Si por miedo, por dificultades económicas o por cualquier otro motivo los padres presionan al niño para que consiga objetivos en un tiempo corto, los efectos serán probablemente justo los contrarios a los que se buscaban. Además, a estas edades, los niños tienen una percepción muy intensa de lo que ocurre a su alrededor, y muy pocas vías de expresión de sus temores, muchas veces reducidas al lloro y otros síntomas no orales. Si la experiencia resulta demasiado traumática, dejará secuelas durante el resto de su vida.
Recomendaciones que no debes olvidar:
•Antes de acudir a la piscina con tu bebé deberías consultar con el pediatra.
No dejes nunca a tu bebé solo cerca del agua. Aunque los programas de natación para bebés pueden enseñarle a moverse en ella, tu bebé es demasiado pequeño para ser consciente del peligro que ello tiene.
•El personal que impartirá las clases deberá estar cualificado de forma específica para trabajar con niños.
•Elige un horario en el que el niño normalmente no tenga que dormir o comer.
•Nunca le des de comer minutos antes de la sesión de natación.
•Después del baño hay que secar al niño inmediatamente.
•Una vez que el niño esté vestido, debemos abandonar inmediatamente el pabellón de la piscina. Con el aire caliente el niño se pondría a sudar en seguida, lo que significa resfriado seguro al salir a la calle.
•Un niño enfermo no debe bajo ningún concepto bañarse. Tan pronto como advirtamos los primeros síntomas de alguna indisposición, dejaremos de llevarle a la piscina y no reanudaremos las clases hasta que el niño vuelva a estar perfectamente restablecido.
•Lleva todo lo necesario para cambiar al niño.
•Nunca hagas comparaciones entre tu bebé y otros. Esto provoca una actitud que puede perjudicar el desarrollo del niño.
•No establezcas un determinado periodo de tiempo para lograr objetivos, cada niño aprenderá a su ritmo. Por lo tanto has de respetar el ritmo de desarrollo del bebé y nunca forzarle.
•Ten presente que los aledaños de la piscina están casi siempre mojados y puedes resbalar, especialmente cuando tienes al pequeño en tus brazos. Camina con mucho cuidado y utiliza zapatillas antideslizantes.
•Están desaconsejadas las escuelas, piscinas o entidades cuyos programas acuáticos para bebés promueven dicha actividad únicamente como una manera de lograr respuestas de supervivencia.
•Evita piscinas de dudoso control higiénico y sanitario porque son causa de serias infecciones y enfermedades. Si tienes que hacer una reclamación formal para subsanar una deficiencia, no lo dudes, le beneficia a tu hijo, a ti y a todos los usuarios en general.